15 mar 2009

Sábado 14 de marzo – 3º día de Encuentro

Nuestro mínimo común: Una historia de opresión…

Siguiendo con la programación de nuestro Encuentro, e hilado a las dos jornadas anteriores, trabajamos en equipos con el fin de avanzar en la discusión, ahora tratando de definir hacia dónde vamos, pregunta tan compleja, que no alcanzamos a resolver en esta ardua jornada, pero que estamos conscientes debe construirse en colectivo, con la creación de redes que a partir de este Encuentro seguramente fortalecerán la comunicación y coordinación a distancia.
Los temas recurrentes en esta sesión, como dejó ver la discusión general, fueron la interesante propuesta de nuestras compañeras Bolivianas de feminismo comunitario que ya es un actuar, asimismo, la del feminismo autónomo radical tan mencionado durante este Encuentro, que enfatiza la destrucción del sistema desde la raíz. Así como los planteamientos de “estar afuera”, y estar “adentro” y entonces definir desde dónde construimos nuestro proyecto político.
Por otro lado se hizo énfasis en que feminismo y autonomía no son pensamientos totalitarios o globalizadores, sino procesos que responden a contextos históricos particulares y específicos; además de que nuestro feminismo no apuesta a las grandes masas, sino a un cambio, por supuesto revolucionario, pero desde nuestro “ser mujer” y/o desde nuestro “ser lesbiana”
Cuestionando también este orden hegemónico, se abordó el tema de la descolonización del conocimiento, y precisamente este Encuentro se vive así; compartiendo desde distintas partes del mundo experiencias enriquecedoras, prácticas concretas que al sistematizarse generarán nuestras teorías. Se propuso incluso la creación de una escuela nomádica de recuperación de los saberes descolonizados por el feminismo.
El tema de las alianzas, no pudo concluirse aún, ya que éstas se practican de distintas maneras de acuerdo al colectivo o grupo, sin embargo, se escucharon varias voces que cuestionaron incluso el mismo concepto, prefiriéndolo nombrar “complicidad”.
A pesar de las distintas opiniones, nos une un mínimo común que es nuestras historias inmersas en un sistema de opresión (se escuchó entre las presentes) y que todas, feministas y lesbianas feministas autónomas enfrentamos con rebeldía, valentía, alegría y esperanza.

Después de la jornada de reflexión se realizaron dos talleres: Acerca de la física, que supo ser reina de las ciencias y el heteropatriarcado y el taller de Poliamor y el sexo casual. En este último, se compartieron las experiencias, ideas, temores y dudas al respecto.
Se escucharon muchas opiniones relacionadas con el amor como estructura patriarcal y la forma en que se nos ha obligado a “amar” desde esa manera hetero-normativa cargada de culpa y de sufrimiento, que nos impide vivir lo que vamos sintiendo o lo que nos pide nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestro erotismo. Se planteó también que el amor es político.
Se mencionaron los temas que interfieren en ser felices como los celos y al respecto se dijo que no son otra cosa que inseguridades, baja autoestima y un sentido de posesión que las feministas autónomas no compartimos.
El pensamiento del poliamor está en construcción y sólo falta liberarse para poder potenciar esa energía creadora. La consigna que tenemos “Mi cuerpo es mío” no sólo debe gritarse o estar pintada en la ropa, sino que es para vivir en libertad, con la sensualidad, el erotismo, el placer y comunes acuerdos que respetar.

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